La HiStOriA qUe PoCoS sAbEn
PEQUEÑO GIGANTE
Nació el 24 de junio de 1987 y fue
llamado Lionel en honor al cantante Lionel Richie.
A tres días de que argentina
debutara en su copa américa en 1987 ante Perú, la señora Celia Cuccittini
empezó con las complicaciones. El pequeño Lionel Andrés Messi Cuccittini estaba
minutos de ver la luz de rosario, aunque las cosas no fueron fáciles. Aquel 24
de junio, Celia temía por la vida de su tercer hijo. El pequeño se había
enredado con el cordón umbilical y sus pulsaciones eran muy bajas. Pero “lio”
supo zafar, como lo haría en la cancha. Llego al mundo y fue la alegría de
Jorge, su padre, y sus hermanos Rodrigo y Matías. Argentina igualaría 1-1 ante
el cuadro peruano y Maradona, el hombre el quien estaba obligado a imitar,
marcó un gol.
niño messi |
A los seis años, Messi ya tenía una vocera oficial. Cintia Arellano era su vecina de barrio Las Heras y también la compañera de colegio que se sentaba delante de él. Cada vez que leo quería o pedía responder algo, Cintia debía hablar por él. Era demasiado tímido. Nadie pensaría que alcanzaría la fama mundial con ese carácter. Messi era el más chiquito de todos. No solo por su edad, sino por su déficit en la hormona del crecimiento. A pesar de ella, era el más codiciado en los partidos del recreo. En ellos ya se perfilaban como un pequeño guerrero que luchaba incansablemente por la gloria.
Era el más chiquito del colegio, pero era el más codiciado en los partidos del recreoera el más codiciado en los partidos del recreo. El equipo que se lo llevaba tenia seguro el triunfo.
Su primer trofeo lo gano en el Perú
A los 5 años su abuela, Celia
olivera de Cuccittini, lo llevo al grandoli, un club que dirigía su padre Jorge
su nona fallecería poco después siendo un duro golpe para él. Leo lo recuerda
en sus festejos con los dedos hacia el cielo. En 1995, con 7 años, lio ingreso a las inferiores de “ñuls”. Allí
conocería a Lucas Scaglia, su mejor amigo y primo de Antonella, su actual
novia. Lucas y varios de sus amigos eran los “picaiedras”, encargados de
asistir a Messi para que hiciera goles. Marco 100 en 30 partidos. En el 97’
gano su primer trofeo: el delfín de la copa amistad en Perú.
LAS HORMONAS LO LLEVARON AL BARZA
Dos veces al día, Messi debía
inyectarse en las piernas dosis de hormonas para combatir su enanismo, pero la
crisis económica argentina hizo difícil comprarlas. Entonces papá Messi se vio
obligado a buscar apoyo en los clubes. Solo River Plate se interesó en ayudar,
pero al final se tiro para atrás. Entonces, Fabian Soldini, el único
representante de Lío, se contactó con Barcelona que ofreció la dosis de
hormonas, trabajo para su padre y un futuro en el club azulgrana. En el 2001 y
con 13 años, Leo y su papá viajaron a Barcelona, pero estaba a punto volverse a
argentina. Carles Rexach, “cule”, lo evito: tomo una servilleta y escribió que
se comprometía a ficharlo. Así se inició la historia de Messi en el barza.
Barcelona abrió el camino de sus
sueños
El departamento que el barza le dio
a Messi y su familia no fue el agrado de su mamá. Meses después, ella volvía a
argentina con Matias Y Maria Sol, la hermana menor. Rodrigo, el mayor, se fue a
otra zona de Barcelona, y solo su padre Jorge se quedó con Leo. Newells se
negaba a darle el pase para que fuera inscrito como jugador del barza y eso lo
limitaba en jugar amistosos de bajo nivel. Messi dejo de inyectarse hormonas
porque ya estaba siguiendo un tratamiento alimenticio en la Masía. Lio alcanzo
una buena consistencia física, pero igual fue víctima de la rudeza. A meses de
su llegada, le rompieron el peroné y luego le partieron la mandíbula.
Messi no solo destacaba en la Masía
del Barcelona por su extraordinario juego. También lo hacía por su predilección
a dormir. Una noche, su técnico le pidió a sus compañeros y al que registraran
sus horas de sueño. En esa competencia, Lio también gano. Sus 10 horas junto a
la almohada fueron el record en toda la historia de la cantera. Pero el dormir
no lo era todo en las peculiaridades de
la pulga, quien prefería ser el último en almorzar. Odiaba la figuración tanto
como sus clases en el colegio León XIII, destinado para los juveniles del
barza. Siempre estaba distraído y se esforzaba a cumplir lo que le pedirían.
Así fue hasta en el día en que, satisfecho, acabo sus estudios. Al fin solo
pensaría solo jugar. La noticia sorprendió a pocos en la Masía. A sus 16 años,
Messi fue promovido al primer equipo por el holandés Frank Rijkaard, quien lo
hizo debutar el 2003
La patadita de Rijkaard
Messi odiaba que pongan en duda su
capacidad. Tal vez por ello guarda un gran recuerdo de Frank Rijkaard, quien lo
mando a la cancha en un amistoso ante porto. “nunca voy a olvidar que Rijkaard
lanzo a lo alto mi carrera. Confió en mi cuando tenía 17 años. Nada se compara
a lo que vivía entonces”, revelaría años después la pulga en una entrevista.
Tras la apuesta de Rijkaard por él,
Lio empezó a romper records en España: se convirtió en el jugador más joven de la historia del
Barcelona en marcar un gol en la liga española: el 1 de mayo del 2005 le anoto
al Albacete con 17 años, 10 meses y 7 días de edad
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